HUBO BAILE EN ROLÓN...
En el boliche se armó la
conversación...
- ¿Fueron al baile de Rolón?
- Si... Pero el ómnibus de Greco no salió.
- ¿Y en qué‚ fueron?
- En el auto rojo del Winston...
- ¿En ese?
- Si. Íbamos quince adentro, tres iban en la valija...
- ¿Y llegó? Porque mire que ese auto...
- Llegamos de tiro... Cerca del "Relincho" se quedó sin
combustible y nos cinchó el tractor de "La Campanilla".
- ¡Eso le iba a decir! ¡Porque come y come ese autito!...
Y con quince personas adentro... ¡Pa!
- ¡Pero nos hizo un descuento en el pasaje!!
- ¡Qué! ¿No me diga que les cobró el pasaje!?
- Si. $ 15.00 a cada uno... Pero al final nos cobró $ 10.00.
- Mire usted al Winston de taxi... ¡Quién lo viera!
Y como si la
idea hubiera aparecido de repente en su pensamiento...
- ¿Y la María con cual bailó?
- ¿Cuál ?
- La María, no sé como se apellida...
- No sé...
- De Rolón es...
Una morocha linda, alta, delgada, pelo largo, negro, nariz aguileña...
Simpática la morocha... Bien presentada...
- No sé, no la conozco yo...
- ¡Ah! Pero si no conoce a la María, no conoce Rolón...
La María se la recomiendo...
Tiene ojos chiquitos pero un corazón grandote...
- Lo que estuvo lindo fue la pelea...
- ¡Ah! Y eso nunca falta... ¿Quiénes se enfrentaron?
- El Rafael con el "Trigo Seco"...
- ¿El Rafael Cardozo?
- El mismo.
- La vez pasada ya se habían enfrentado también y también se había metido
Rogelio...
Y seguro que perdió el Trigo Seco...
- Si. Siempre pierde con los Cardozo...
- ¡También! Rolón está lleno de Cardozo...
El que se mete ahí con ellos, siempre pierde...
- Pero la culpa es del Trigo Seco... A ese sí que le encanta la ganga...
- El si no se mete en una no está contento...
- ¡Y siempre pierde!... Pero no se acobarda...
- ¿Y los llevaron para Sarandí?
- No. Los milicos estaban ahí pero no pasó nada...
Pusieron a cada uno en una esquina del salón y siga el baile...
- ¡Ah! Pero esos milicos de Sarandí se pasan también...
Y en la
conversación, un cuento también viene al caso...
- " La vez pasada , también en un baile de Rolón, se había puesto
lindo el baile, pero había una gorda de Paso de Los Toros que nadie la sacaba a
bailar...
Era jovencita la muchacha pero era ancha así como dos puertas de grande...
Y seguro, nadie la sacaba a bailar porque si no se iban a reír, iba a
estar para la risa de los otros...
Era como querer bailar con una heladera...
Y también estaba el Trigo Seco, que nadie baila con él porque ya todos le
saben la raza que es...
Y la gorda estaba que bailaba sola y este mozo que va y se topa con la gorda y ahí nomás, ya salieron a
la pista... ¡Contentos los dos!... Y hasta de amores anduvieron...
Hasta que llegó la hora que el ómnibus de Paso de Los Toros se iba... Eran como las cuatro o cinco de la
madrugada...
Y la gorda se tenía que ir en el ómnibus...
Y este mozo, que en ese entonces estaba en Sarandí no sabía qué hacer y
corría del caballo de él a la gorda que estaba en el ómnibus y la miraba por la
ventana del ómnibus y le tiraba besos y todo"...
- Se había entusiasmado el hombre con la gorda...
- ¡Ah, sí!... Era para verlo y no contarlo...
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