Mtro. Milton Podkidaylo
EL HOMBRE DE LA
BICICLETA...
Era un hombre mayor, chiquito,
delgadito y todo lo que pueda decir para decir que era menudito el hombre...
Vestía un pantalón azul casi celeste
de lo gastado que estaba; un buzo color rojo medio marrón estirado casi hasta
las rodillas y con algunas ventanas de esas que causan las polillas; y calzaba
unas botas de goma blancas casi amarillas muy grandes para lo pequeño que era
ese hombre... Su rostro cubierto de barba dejaba descubrir, sin embargo, unos
ojos chiquitos y vivarachos como atendiendo a todo lo que pasaba a su
alrededor...
Venía caminando rapidito, con pasos
cortitos y continuos que semejaban una agilidad cómica semejante a una carrera
de esas que van caminando y no se puede correr...
Venía caminando tirando a su costado
una bicicleta tipo "Graziela" de color amarillo casi marrón claro
casi blanco...
En el manillar de la bicicleta venía
atada una maleta verde que si fuera pasto estaría seco de desteñida que
estaba...
Venía caminando del lado de Grecco ese
hombre con esa bicicleta y llegó hasta donde estaba yo esperando tiraje para la
escuela...
Desde que llegó hasta cerca de mí comenzó a hablar y hablar sin parar de
no sé qué cosas ni cuántas otras que le habían pasado en esa vida errante que
llevaba desde que, según me contó, su padre lo había desheredado de la fortuna
que tenían porque él había andado de amores con la hija del amigo de un amigo
que era uno de sus socios y no recuerdo más por temor a enredarme yo mismo,
cuál historia era la triste y de película historia de este hombre...
Recuerdo sí algo de su conversación sobre su reciente parada en Grecco:
"Llegué a Grecco y anduve buscando algún taller donde me arreglaran la bicicleta porque quería ponerle
la parte de afuera de la rueda de atrás nueva porque tengo la parte de adentro
de la goma que está nueva la de
atrás y la de adelante también están las dos partes nuevas y por eso quería
ponerle la parte de afuera nueva a la rueda de atrás y sabe usted que no había
en ningún boliche la rueda que mi bicicleta necesita y no se la pude poner
nueva a la parte de afuera de la rueda de atrás de mi bicicleta y entonces le
quise poner los frenos a mi bicicleta pero solo uno de los frenos tenía que
comprarle porque yo tenía uno de mi propiedad en mi maleta y entonces compré un
freno en uno de los boliches y allá me dijeron que había un morochito que
arreglaba bicicletas y me dijeron donde tenía la casa y él fue quien me puso el
freno que compré adelante y el otro freno que yo tenia de mi propiedad se lo
puso para atrás y así quedó con frenos mi bicicleta"...
No paraba de hablar este hombre
contando su historia...
" ... Pero yo quería ponerle la rueda nueva de atrás porque para
andar en estos caminos la bicicleta tiene que estar bien calzada pero no pude
porque en ningún boliche encontré esa rueda pero me dijeron que si la encargaba
y la pagaba ya me la traían de Young para mañana pero yo no puedo esperar a
mañana porque yo voy para el lado de Rolón y no sé cuánto me pueden cobrar por
la rueda porque ponerle los frenos me cobraron $ 80.00 y eso que el freno de
atrás era mío de mi propiedad y el que compré para adelante me cobraron $ 50.00
y es caro para mí pero por suerte que yo tenía uno de mi propiedad que sino no
sé cuánto me sale el arreglo de mi bicicleta"...
Una pausa en su conversación me dió
tiempo para decirle algo, simplemente por decirle algo, por lo menos para
hacerle saber mi voz...
- ¿Hace mucho tiempo que anda en bicicleta? - le pregunté...
Pero no sé si me
escuchó porque sus palabras no me respondieron...
- Ahora me voy y ya me estoy yendo para el lado de Rolón pero me voy caminando
porque andar en bicicleta es judear la bicicleta en estos caminos llenos de
piedra...
Y siguió camino
el hombre con su bicicleta...
Yo pensaba: " Por suerte, hay de
todo en este mundo"...